Miguel cuenta su experiencia como director general y miembro del consejo de una empresa familiar, en la que se ha dado cuenta del encuentro de dos miedos. Por un lado, don Ramón, presidente del Consejo, dueño y fundador de la empresa tiene miedo al cambio. Por otra parte, su hijo teme enfrentarlo con su visión de la empresa, que a juicio de Miguel, es más fresca y propone buenas alternativas. Don Ramón nunca le dio espacio ni autonomía a su hijo, y aunque este no se encuentre interesado en la operación de la empresa, sería un excelente presidente de Consejo. Este caso permite reflexionar sobre la gestión del poder en consejos de administración, así como los desafíos que vive cada uno de sus miembros, sea el director general, el presidente del Consejo, consejero independiente, consejero accionista o el dueño de la empresa.
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